viernes, 16 de octubre de 2009

Jóvenes, pero con una gran visión e ingenio empresarial


Con una técnica inexplorada en nuestro país, tres jóvenes estudiantes de grado once del Colegio Rafael Reyes esperan ayudar a los más necesitados a tener su casa propia con buena calidad a bajo precio

Fivricasas es el nombre que estas emprendedoras le dieron a su proyecto, que más que una idea de negocio es una apuesta social por los menos favorecidos.
Juliana Leal, Katerin Marín y Juanita Restrepo, son las responsables del mismo.

“Nos pusimos a pensar que necesitaba el país y nos dimos cuenta que el déficit habitacional en Colombia es muy alto y que las viviendas eran muy inseguras y en mal estado, por eso decidimos hacer una vivienda más económica y segura para que la gente la pudiera adquirir más fácil y no tuviera que cambiar ni hacerle tantos arreglos a la casa en el corto plazo. Empezamos a estudiar qué material nos servía, y descubrimos que el perfecto es la fibra de vidrio, en Estados Unidos se han hecho casas de este tipo con excelentes resultados”, argumentó Juliana Leal.

El proyecto nació como una tarea escolar pero las tres estudiantes resolvieron hacerlo realidad, ya tienen su propia oficina y están construyendo su primera casa, una cabaña en Marmato, Caldas.

Las casas
Las viviendas de Fivricasas están orientadas a los estratos 1 y 2, “Damos la oportunidad de tener una casa mucho más económica y con todas las comodidades, por ejemplo el gobierno para una casa de interés social de 30 metros cuadrados da $15 millones pero la entregan en obra negra, nosotros la entregamos con todos los acabados”.
Sin embargo, si alguien quiere una casa diferente y más costosa estudian sus necesidades para ajustar los diseños a sus requerimientos.
Son construidas en fibra de vidrio con papel reciclado entre pared y pared, son sismo resistentes, retienen el sonido y conservan la temperatura ambiente.
Son transferibles y prefabricadas, lo que significa que se arma como un rompecabezas, por partes, y esto puede hacerse en dos días, lo que se demora es el secado de las paredes y la plancha, es modular porque por su material, es muy fácil quitar una pared y construir más partes. Así mismo, la fibra de vidrio se puede moldear para que simule troncos, piedras, etc.
“Para construir una casa en un mes necesitamos solamente cuatro trabajadores, dos oficiales y dos obreros, los cuales deben estar capacitados y conocer perfectamente el proceso para que la casa sea de buena calidad”, acotó Juliana Leal.

Apoyo
Esta iniciativa ha recibido el apoyo de la profesora Juliana Ramírez Bedoya, así como de varios integrantes de las familias de las jóvenes.
Gracias a la acogida que han tenido, estuvieron en Jueventura y la Feria del Colegio.
Esta semana tienen prevista una cita con el alcalde de Pereira, Israel Londoño y están a la espera de una cita con una importante Inmobiliaria de la ciudad.
Igualmente, esperan hacer alianzas con Parquesoft y un estudiante del Instituto Técnico que tiene un proyecto de casa automatizada.

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